domingo, 11 de diciembre de 2011

Fariñentu: mirador de Ubiña.

9 de diciembre de 2011

“Y así, me voy por estas soledades y despoblados buscando las aventuras, con ánimo deliberado de ofrecer mi brazo y mi persona a la más peligrosa que la suerte me deparare, en ayuda de los flacos y menesterosos.” (Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha).

Unos días de vacaciones, mal tiempo generalizado, solo había una oportunidad y había que aprovecharla, el viernes… a la montaña.

Esta salida me depara una sorpresa, la reaparición de la Sherpa de los Balcanes. Hacía casi un año que ella no pisaba, pero esta vez se decidió a retomar algo que no debería dejar. Como le dije muchas veces… la montaña te limpia enter@ … cuerpo y “cabeza”. Es bueno darse una vuelta de vez en cuando por las alturas y dejar por allí mucho lastre (del que no ensucia la montaña).

Tenía varias opciones en cabeza, todas por Ubiña, al decirme la noche de antes que se viene conmigo me decido por el Fariñentu.



El Fariñentu, una bonita montaña en Ubiña, impresionante desde la zona de los Huertos del Diablo, desde donde hace un mes había vuelto a mi cabeza. Su Canal del Infierno, quizás por ese nombre tan “atractivo”, la había buscado muchas veces en el mapa, otras muchas veces desde la lejanía, esta vez tocaba verla de cerca, aunque fuera desde arriba.





Ya que íbamos por la zona había que aprovechar e intentar “traerse” otras montañas aledañas: el Prau del Albo, el Pie Ferreru, Peña Chana … andaban cerca, solo faltaba ver como respondía la Sherpa de los Balcanes. Se haría lo que se pudiera.



Tiempo estimado: 7 h.
Desnivel acumulado: 1349 m.
Distancia: 10,89 km.
Nivel : Fácil-Medio. Este día la poca nieve que había en el Prau del Albo estaba helada. Considerar únicamente el desnivel.







Salimos desde Tuiza, bonita día, encapotado, alguna aprovecha para hacer “amigos” pronto. Hasta el mediodía tenía esperanzas que nos respetara, más allá, habría que esperar al momento e ir decidiendo sobre la marcha.



El objetivo prioritario era el Fariñentu, con la esperanza de que fácilmente podríamos recoger el Prau del Albo y el Pie Ferreru, nos dirigimos directos al Prau del Albo por el Valle y Pozo de Corrales. Peña Chana quedaría a expensas de cómo evolucionara el día. La ruta estaba marcada.







La subida al Prau del Albo se hace larga, bastante larga, en todo momento parece que vas a llegar, que te queda poco, pero nunca terminas de ver la cima.





Después del largo esfuerzo alcanzamos la arista cimera, entre el Pie Ferreru y el Prau del Albo. Allí arriba… poca nieve, muy dura, con mucha roca alrededor, había que tener bastante cuidado. Después de superar un par de pasos tontos, de esos de “pon la pierna donde puedas… pero ponla”, conseguimos llegar a la cima del Prau del Albo. El primero del día ya lo teníamos, después de preguntarle a la Sherpa, parecía claro que lo juntaríamos con el Pie Ferreru y el Fariñentu.







Me dejan sorprendido las vistas… espectaculares, no las esperaba. Un mirador espectacular de Ubiña desde allí uno tiene a su alcance… casi para tocarlos … de frente las dos Ubiñas, todo el cordal con los Castillines, el Siete, el Crestón del Pasu Malu, los Fontanes … hacía donde uno se encuentra los Portillines, los Foyos, los Cintos, … a la derecha todo el cordal del Ranchón y Huertos del Diablo, con la Vega de Retuerto, … detrás nuestro Siegalavá, los Campanarios, … a la izquierda todo el cordal de la Mesa. Es difícil encontrar sitio semejante con tal cantidad de picos avistados en torno a uno. Espectacular.





Allí reponemos fuerzas, pero hay que hacerlo rápido, el viento y el frio arrecia. Alguna foto y camino al Fariñentu, con el Pie Ferreru de camino. El camino natural te lleva a perder bastante altura pero decidimos “faldear” toda la arista para perder lo mínimo posible.
De nuevo nos encontramos con la ladera norte del Prau del Albo, la pasamos como podemos, la Sherpa se ve obligada a sacar el piolo, estaba “tonta” la situación.







De esta forma, sin perder mucha altura, con una trepaduca para alcanzar la loma del Pie Ferreru, pronto estamos en su cima desde donde además de lo anteriormente descrito, uno se queda impresionado por las canales de su cara Oeste. “El vacío parece que te llama”. La Sherpa es atacada por ese miedo a las alturas por el que a uno le parece que el otro se va a tirar en cualquier momento.









Del Pie Ferreru se alcanza muy fácilmente el Fariñentu. Me agrada ver su Belén, que tantas veces había visto en fotos (todavía estaba allí, cada día más difícil). Busco la Canal del Infierno, esta vez la tenía cerca, podía verla desde arriba. Rápido emprendemos camino al Bocarón donde nos plantearíamos que hacer con Peña Chana.







El descenso, en este caso, se hace entretenido. La nieve algo más blanda que en el Prau del Albo, las rocas más tupidas. Aprovechamos para ejercitar diversas prácticas: Bota-sky, autodetenciones, Culo-Sky, … un poquito de todo. Alguna se encuentra … hasta un ¡¡“mono”!!



De forma agradable, después de visitar la Peña de Diego y rodear el Lago Turbio, empezando a resguardarse del invierno con una capa de hielo por su superficie, llegamos al Bocarón. “¿Cómo vamos a dejar Peña Chana? La tenemos ahí, parece más de lo que realmente es… otro día tendremos que volver a por ella, no podemos hacer esto”. Tengo que tirar un poco de la Sherpa, el día se le estaba haciendo largo, pero no podíamos dejarla, teniéndola tan cerca. Al final allá vamos.



Subimos por la cara norte, con la intención de bajar por la canal que existe en su cara occidental. Sin grandes apuros alcanzamos la cima, desde donde, como regalo de despedida una vista impresionante de los Campanarios se nos presenta delante nuestro, con Siegalavá y Peña Chana como torreones a ambos lados. Allí, viendo los Campanarios, es inevitable el recuerdo a algunos de los lectores de este relato, quienes no hace mucho lidiaban y hacían equilibrios por sus “pequeñas cimas”. La bajada la realizamos por la misma cara Sur, renunciamos a la canal occidental por un pequeño destrepe que a estas alturas decidimos no intentar.





Desde aquí poco nos queda que hacer, el descenso por el Bocarón, largo y tedioso, esos momentos que “sobran” en estos días de montaña, donde uno ya solo espera la vuelta a casa y descansar del largo día.

La Sherpa, una campeona. Allí se llevo “sus” cuatro cimas, sin esperarlo, dejando algo en cada una de ellas. Después de esto uno retoma su vida con “otras sensaciones”.

Trasgu’2011.

3 comentarios:

  1. Preciosas fotos Trasgu, y el relato, como siempre, espectacular. Que guapo se ve todo, a pesar de que todavía no haya llegado una buena cantidad de nieve. Me alegro de que hayas tenido compañía; me fastidió bastante no haber podido ir el Viernes, pero el curro . . .

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  2. Einnn!
    Muy bonitas fotos, y el relato como siempre, evocador.

    ¿La Sherpa hizo lo propio y se durmió en el coche?

    S2

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  3. eeeeeeeeeeeeeiiiinn!!

    gracias niblap, una pena no haber contado con tu presencia. A ver la próxima. Nos vemos.

    Messnerteguiiiiiiiiiiiiii!!!! como molan!!! ja ja ja ... la sherpa lo intentó pero no la dejé ... es una sensible.

    S2

    Trasgu

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