miércoles, 23 de mayo de 2012

Vuelta por la Sierra de Huetor

Cercana a la ciudad de Granada se extiende el mirador de Sierra Nevada que es la Sierra de Huetor, conjunto de sierras de altura media y curiosa orografía de arenales, barrancos, cumbres escarpadas y formaciones kársticas. Adornándolo con elegancia y sin saturarlo a la vista tenemos importantes bosques de pinos (Sierra de Alfacar y Víznar), encinares, robledales o sabinares.
Las aguas de sus surgencias kársticas forman los ríos Darro y Fardes, fundamentales para regar el barrio granadino del Albaicín, y generan cuevas como la Cueva del Agua o la más modesta Cueva de los Mármoles.
La máxima altura del parque es el Peñón del Majalijar con 1.889 m., aunque es superado por el Peñón de la Cruz (2.027 m.), pero se encuentra fuera de los límites del parque (pertenece a Sierra Arana).

La A-92, vía que le da acceso fácil al parque pero que desgraciadamente también lo parte en dos, y el tráfico rodado en su interior son elementos que nos impiden olvidarnos de la civilización que parece quedarse un poco más allí de los pinos.



La ruta en datos.
  • Distancia: 30.5km (visitando la Cueva de los Mármoles, en caso contrario 28,5km)
  • Desnivel: 595 m (visitando la Cueva de los Mármoles)
  • Dificultad: baja
  • Dificultad física: media-baja.
  • Agua: no. En los cursos de agua, pero es de superficie.
  • Fotos: Galería Buscasombras (contiene fotos del Jefe Antonio)
  • Ruta en wikiloc.


La ruta
 Atolondrados tras el reparador sueño que entra después una buena actividad como fue la del día anterior por las fuentes del río Genil, nos rascamos la barriguilla caminando desconcertados brownianamente, con cierto aturdimiento, notando un leve recuerdo en la boca del estómago. Mira que somos brutos: botillo para cenar. Yo es que no escarmiento. Estaba rico el jodio. Diez horas después todavía le hacemos loas.
Pero han tenido que pasar más de 20 años para reconciliarme con los botillos. No los podía ver por culpa de una mala cena.

Desayunamos, hacemos bocadillos y con cierto alborozo y poco disimulado orgullo logramos salir de casa a las 11h, para montar las bicis en los coches y salir para la Sierra de Huetor. La mañana en Guejer Sierra es ya bulliciosa y llena de vida.
En pocos metros entramos en calor mientras buscamos los coches, que siempre están arriba. No importa donde estemos, ellos y nosotros, siempre hay que subir.


Ya en carretera recorremos esos kilómetros de curvas entretenidas hasta tomar la carretera de Sierra Nevada, y desde allí buscamos la A-92 que nos llevará a la Sierra de Huetor, por la salida 259.
Nuestro plan es dar una vuelta recorriendo la zona, picando un poco de todo, para hacernos una idea general, que por fuerza ha de ser vaga. Veremos la zona del nacimiento del Darro y la Cueva de los Mármoles. Pero antes queremos asomarnos en varios puntos de este balcón natural al que vamos, y disfrutar de las vistas sobre Sierra Nevada.

Tras dejar los coches en el punto de inicio del track (la zona más próxima al Darro) cruzamos la A92 y nos adentramos por pistas en una fácil zona de pinares que rápidamente nos regala fabulosas panorámicas. Tras un ligero descenso tomamos una pista en regular estado que nos lleva a las proximidades de la cantera de Hita. Aquí, girando a la izq. tomaremos una pista ancha que es la Cañada Real de Huetor, en muy mal estado por el paso de motos y quads, y con intensas rampas.











Tras esta zona de subida y en un desvío a izq. tomamos una pista muy arenosa pero fácil al ser el terreno de ligera bajada, dando paso luego a suelo más firme pero irregular en agradables bosques de pinos.
Tras otros sube-bajas ligeros llegamos a una zona de buenas vistas y a una cantera. Bajada, giro a la derecha y tenemos el final de esta parte de la ruta dirigiéndonos ya hacia la A92 que volveremos a cruzar, en esta ocasión por un túnel, no sin antes admirar los farallones rocosos de la Cuerda de la Gallega, el Majalijar, la peña de la Cruz, etc.



Pasado el túnel giramos a la izq y subimos hasta una pista de tierra que sale a nuestra izq.

Desde este punto tenemos un entretenido transcurrir por un bosque en el que hemos de vadear el arroyo de Las Perdices para luego llegar a una carretera con poco tráfico (pero lo hay) por la que hay que recorrer unos kilómetros. Este tramo es en subida y se puede hacer un poco tedioso.



Otra vez sobre pista de tierra con buen firme comenzaremos un descenso por un paraje de extraordinaria belleza. Tras un par de zetas alcanzamos el desvío para subir a la Cueva de los Mármoles en la primera zona de pradera que encontramos a nuestra izq.
Nosotros, sin haber configurado el GPS para marcarlo con claridad, nos pasamos este punto en más de 500m. A esas alturas el hambre era ya algo más que una presencia, y pasaba a opinar con voz propia y varios votos. Al final de un pequeño debate, en un momento de desconcierto general, decidimos remontar el camino y visitar la cueva.
Conocedor de la naturaleza humana cercana, decidí que una acción de blitzkrieg era la única opción. Así que monté sobre la bici y subí sin mirar atrás estos metros, y sin resuello me adentré en el sendero de subida a la cueva. Ya bien entrado, empujando la bici, pude oír un “ni que fueran las cuevas de Drach”, pero ya era tarde. Un poco más de sordera me permitió ganar los metros necesarios para hacer posible un “… si os parece quedaros con las bicis y subimos rápido a ver qué hay”, que fue aceptado por aclamación.
Así “Jefe Antonio” y yo subimos este agradable sendero, bien "hitao", marcado por el tránsito y en ligero giro a la derecha, hasta encontrarnos con la austera Cueva de los Mármoles. La zona es muy agradable, para pasar un rato tranquilo, de los que a nosotros ya nos nos quedaban.


















Ya de regreso retomamos la pista y soy castigado por mis pecados con dos buenos pinchazos en la rueda trasera. Para tirarla.
De nuevo en ruta, nos asomamos a la zona del nacimiento del Darro en una curva con grandiosas vistas sobre el valle. En este punto comienza una subida por pista ancha que nos deja en el punto de partida donde nos esperaban unos ricos bocadillos que deglutimos casi sin masticar sentados en el idílico bordillo de la carretera.

En resumen, una ruta muy visual, técnicamente fácil y físicamente accesible, que nos permite hacernos una idea global, aunque somera, de las riquezas paisajísticas de esta bella zona.

Buscasombras 2012

Otras fuentes de información
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