lunes, 13 de agosto de 2012

Macizo de Ubiña: El Siete, Crestón del Pasu Malu y 2º Castillín


"Así como don Quijote entró por aquellas montañas, se le alegró el corazón,
pareciéndole aquellos lugares acomodados para las aventuras que buscaba."

Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha.

11 de agosto de 2012.

Volvíamos al Macizo de Ubiña. Sin duda es uno de mis lugares de montaña queridos, marcado como lugar inagotable de rutas, de bonitos días de montaña con buena gente, de imágenes inolvidables, de sensaciones irrepetibles, lugar que como alguien comentó en algún momento… “siempre nos respetó”. Hacía tiempo que no daba una vuelta por las Ubiñas, tocaba volver.



En esta ocasión Niblap, Kike y Trasgu decidimos rendir reverencia, una vez más, a las Ubiñas. Fijamos la salida desde Tuiza, donde, todavía con la ruta sin definir, decidimos visitar el Siete y y el Crestón del Pasu Malu. En mi caso, me atrae especialmente esta última cima, con la que ir acabando, poco a poco el cordal principal del Macizo de Ubiña.



Distancia: 12,52 km.
Ascensión acumulada: 1495 m.




El día se inicia de forma inmejorable, buena temperatura, día despejado, buena compañía,… todo un hacía presagiar un bonito día de montaña en un entorno inmejorable.


Desde Tuiza iniciamos la ya tradicional ascensión al refugio del Meicín, en su día polémica construcción, pero que a día de hoy ahí está, sin más, prestando servicio a las personas que deciden internarse por estos lugares. Pasamos el refugio y decidimos rendir visita a la fuente, siempre es bueno ver que sigue allí (y allí estaba), donde no nos resistimos a ese trago que parece ponerte en el disparadero para afrontar todo lo que te espera en el día.




La ascensión se ve amenizada por una amena charla en torno a las cuestiones dialécticas en España… ¿en qué se parece un asturiano a uno de Cádiz? Sin la menor intención de crear polémica, y siempre con el “buen talante” de los que allí tratábamos este tema… que soy consciente de que esto suele servir para carnaza en los foros de aquellos que tienen tiempo que invertir… para uno de Madrid, la respuesta está clara… cuesta entenderlos “la hostia”. A Kike le cuesta concebir esto pero la respuesta la da el mismo… vete a Madrid a comprar un “tajalápices”, verás lo que te dan. Divertida disertación.



Pronto alcanzamos los contrafuertes primero de los Portillines, después del Siete. Bonito pico en Ubiña, centrado en el cordal principal, cuyo nombre, que Niblap como perfecto Cicerone expone, se corresponde con la numeración de Picos desde Ubiña la mayor: Peña Ubiña (1),Prau Capón (2), Pico Puerta de Arco (3), los tres Castillines (4,5 y 6) y … como no, el Siete (7). Esta cumbre, en mi caso, ya había sido visitada desde la vertiente leonesa, hoy lo conoceré desde la vertiente asturiana.




La trepada se hace entretenida, sin mayores dificultades, buscando algún hito que otro, un pie aquí el otro allá. Pronto alcanzamos la cima, donde se agradece el fresco en esta temporada estival.








Antes, no puedo evitar desviar ligeramente mi atención al tercer Castillín, algún día habrá que intentarlo. En el descenso lo estudiaría con mayor detalle.




Del Siete al Crestón del Pasu Malu, el camino es muy entretenido: sube por aquí, baja por allá, una horcadina, aquí no te caigas, cuidado que resbala, no me tires bolillos (que me das), mira que nos vas a dejar sin medio macizo de las Ubiñas,… en fin, un trecho de los que se suelen calificar como divertidos, entretenidos, donde no te da tiempo a aburrirte. De esta forma pronto alcanzamos la chimenea que nos dará acceso a la cumbre del Crestón.




El Crestón es por muchos sitios una superposición de bloques superpuestos, desprovistos de ensambladura sobre el conjunto rocoso, una zona abundante de piedras sueltas. Da la impresión cuando se anda sobre él, que todo va a ir abajo de un momento a otro, en especial el tramo que le separa de El Siete.


Se trata de una bonita chimenea, donde es altamente recomendable asegurar la subida. Niblap, de nuevo, actúa como maestro de ceremonias: “se puede por aquí, se puede por allí, …” finalmente sube de primero y nos asegura desde arriba, mientras Kike y el que suscribe recordamos que en agosto también se puede pasar frio esperando a que te toque. Esto de sacar la cuerda de vez en cuando da mucha alegría al día. Vía corta pero, encajonada y bonita.



Así de esta forma, alcanzamos la cima del Crestón del Pasu Malu, nueva para mi. Con esta solo me queda el tercer Castillín (algún día trataré de engañar a alguien para intentarla): Ubiña Pequeña, Ubiña Mayor, Prau Capón, Pico Puerta de Arco, 1er y 2º Castillín, Siete, Crestón del Pasu Malu, Fontanes, Prau y Colines están hechos. Hay que terminar lo que un día se empezó.


En la cima del Crestón, se produce uno de los momentos grandes del día… hay que ver el hambre que da la juventud (y Niblap y el que suscribe ya no estamos dentro de este cupo). No obstante, tiene fácil solución… llevar chorizo de León. Claro… todo tiene sus inconvenientes, si te comes medio kilo de chorizo luego te dan mareos al bajar.

En la cima del Crestón, ocurre lo que suele ocurrir en Ubiña, en cuanto te descuidas, las nubes de Asturias te comen. Pronto empiezan a amenazarnos, por lo que, de forma rauda emprendemos el descenso. Lo primero… rapelar lo que habíamos subido. Bonito rapel, solo contaminado por la preocupación de no tirar ninguna piedra con la cuerda que ponga a prueba el casco. Así, disfrutando de este momento, sin dejar de mirar hacia arriba, bajamos los tres la chimenea, desde donde solo nos quedaba volver a casa.




En la vuelta podemos apreciar el auténtico pasu malu, nosotros circulamos por debajo, un aguerrido montañero, en su más absoluta soledad, lo recorre por arriba. La denominación dada por los lugareños a esta cumbre define por sí sola su particular característica: encontraban un auténtico «pasu malu» cuando en sus andaduras por la peña acometían contra los rebecos, debiendo de escalar forzosamente esta cresta para poder pasar de la Horcada de El Siete al Fontán.




Habiendo llegado de nuevo al tercer Castillín, con Niblap hacemos una observación detallada del mismo algún día habrá que volver.


Ya de vuelta a casa, una visita al segundo Castillín, con su bonito buzón, siempre agradable de visitar, y descenso por el collado Puerta de Arco, envueltos por la niebla, donde, de nuevo, Niblap hace uso de sus detallado conocimiento de la zona para, de forma rápida llevarnos al refugio, donde degustaríamos la bien merecida cervecita que tanto se agradece después de una jornada de montaña.





Todavía nos quedaría tiempo para “admirar” la imponente obra de hitos que en el día se había construido en el camino del refugio a Tuiza.


“Nadie daba un duro por nosotros” pero allí estábamos de vuelta. Muy a nuestro pesar, algo quedó por allí, que Niblap pretende convertir en un hito de referencia en los años venideros en la ruta realizada.

Trasgu, 2012.


3 comentarios:

  1. Muy guapa Trasgu. Muy buen día, excelente montaña e inmejorable compañía. Salu2

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  2. Excelente repor trasgu, vaya bien que lo pasamos, un día para recordar toda la vida. Kike ha disfrutado un montón con el repor.

    Hasta la próxima

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  3. Que cumbres tan guapas y que bien has descrito su "conquista"!!!!. Enhorabuena y un saludo.

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